Padre Vitote:"No era comino, era anís"Vitote:"Anís, ¿de dónde vendrá la palabra?"Madre Vitote:"Del mono"(La lógica aplastante, es lo que tiene, no puedes sino unirte a ella)La Navidad ha llegado a la casa de
"Los Vitote", ha llegado en forma de un pequeñajo con un gorro de aviador, pilotando un cochecito de bebé. Esa época de tradiciones no escritas, esas que existen en cada hogar, que no quedan recogidas en libros y tampoco salen en los anuncios de coca-cola.
Normalmente se deja lo mejor para el final, pero una de las tradiciones de mi familia, es no mantener un orden, horario o concierto en estas fechas. Puedes comer a las cinco de la tarde, como hoy mismo, o sustituir la cena por un chocolate con churros:
Mi jamónTodas las Navidades empezamos un jamón.
"Vaya chorrada Vitote, pues como en casi todas las casas". No, no me refiero al jamón del E.Leclerc o Carrefour, al típico Navidul Bertinosborniano, nada de eso. Empezamos un jamón alta clase con etiqueta de cartón o de papel de saco
"¿Cual es esa etiqueta?",
"Pues yo en la vida he oído hablar de tal chorrada". Dicha etiqueta, es colocada por el experto maestro jamonero de la familia
"introducirmotedelpueblodelafamilia", uséase, mi tío, el día en que, recién preparado, es colocado en la bodega a la espera de sus otros dos momentos especiales, el salado y el día en que lo empezamos. El jamón casero es uno de esos placeres que mi familia pelea por perpetuar.
"¿Por qué tanta dedicación a algo que podrías coger de una estantería del centro comercial de turno?", sencillamente por estas dos razones:
Sí, es Superjamón, no hay jamonero que pueda retenerle.
Y esa veta...Siempre en Navidad empezamos un Superjamón. Llamadme primario como a Tardá, pero abrir ese jamón es un momento tan intenso como abrir un regalo o un penalty a favor en el último minuto. Lleva conservado con delicadeza y dedicación desde una fría mañana de 2003, mi primer año de carrera. ¿Estará sano?¿cumplirá con nuestras expectativas?¿dónde he dejado las llaves de casa?. Tensión mientras peleamos con él para meterlo en el jamonero, Padre Vitote desenfunda el cuchillo jamonero, retira el tocino, saca la primera lámina... ¡premio!. Se deshace en la boca,
"esto no es química como los que venden" que diría mi tío. Miles de moléculas hidrocarbonadas de jamón haciendo su trabajo, volver loco a su receptor correspondiente. Bendita tradición.
Mi crisisLa catacrisis, el cataclismo, la violencia verbal desatada, Hulkvitote en acción. Siempre, sistemáticamente, todos los años mi hermano trata de rabiarme en la víspera de Reyes. Desde que era un mico, disfruta con mirada sádica viendo cómo me desato la noche de Reyes. Siempre trata de joderme( hablando mal) la ilusión de la noche de Reyes. Yo soy de los que disfrutan esperando a la mañana siguiente para ver una montaña de regalos( la mitad pijamas y calcetines) y abrirlos con ilusión( sí soy un crío, ¿queréis pelea?). Mi hermano cada año innova más. A veces te dice lo que te va a regalar, normalmente algo que te podrían regalar pero que te hace ilusión cero, véase, una billetera o unos calcetines. Empieza con frases del palo
"ábrelo ya, si ya sabes lo que es¿ que más te da esperar a mañana?". Otro año compró el disco de "Maíta Vende Cá" y lo envolvió como a escondidas, como si fuese a ser mi regalo. Me puse en plan pasivoagresivo insoportable. Y no era por materialismo, un regalo define perfectamente cómo te conoce alguien, salvo en el caso del típico
"Amigo Invisible". Por ejemplo, si alguien te regala el típico libro que siempre quieres comprar pero cuando tienes dinero no puedes, o algo que te toque la fibra sensible, te alegra, no por el regalo, sino porque significa que te conocen, o te escuchan mínimamente. Un regalo desacertado( que no malo, porque todos los regalos son buenos), te dice que esa persona no te conoce bien. Y aquel año estaba en mis flamantes 16, el hecho de que mi hermano no me conociese me dolía.
Luego el mamón de él siempre me hace regalos geniales, pero me hace sudar la camiseta. Por ejemplo, el año pasado me regaló el
"Sombras de la Guerra", un RTS(juego de estrategia en tiempo real), mi género favorito, sobre la guerra civil española, uno de los períodos que considero más interesante de la historia de España. Después resultó ser una ful insoportable llena de bugs( errores en el mundo de los videojuegos), pero lo importante es que mi hermano me conoce, y ese es un gran regalo.
Mi escaramuzaAún no ha llegado, pero está cerca. A mí me gusta comprar los regalos solo. Me parecen algo personal, por lo que no quiero influencias externas. Elegir es una ardua pero sencilla tarea en comparación con la fase II de la operación,
"Operación Infiltrar a Baltasar". Colar los regalos en casa y esconderlos es lo más complicado de todo.
"¿Por qué no aprovechas cuando no hay nadie?", porque siempre hay alguien, o no lo había cuando te fuiste y cuando llegas con todo el percal, están todos en el salón de casa a la que cae. Nunca he completado la operación de un modo sencillo, además, mi hermano tiene la costumbre de abrir todos los cajones y armarios de la casa una y otra vez, así que la tarea de esconder los regalos es harto compleja.
Mi cena en familiaAquí en Salamanca no tenemos familia, nos desplazamos al pueblo cercano en el que viven mis abuelos para cenar, normalmente en Nochevieja, aunque este año cambie. Debido a que después me voy de cotillón, suelo ir con americana a cenar. Como no soy muy dado a este tipo de indumentaria, la cual me pongo sólo cuando la cosa es seria o especial, se me ve raro. Mi abuela empieza a decir
"Aaaay el Vítor que guaaapo chacho" y mi abuelo
"Vas como un señoor y no hecho un badanas, si te afeitases esa barba de moro...Capitán General". Después mi madre y mi abuelo se dedican a especular sobre mi vida amorosa terminando siempre con un
"éste es un vivalavirgen". Entre mi hermano y yo ponemos la mesa, mi madre se pone a los mandos del horno para rematar el tostón y mi padre prepara la parte buena del innovador entrante,
"jamón con melón". Después llegan mis primos y empiezo a escuchar ese acento charro que tanto les caracteriza. Para mucha gente las cenas familiares son un suplicio, a mí me encantan, me lo paso pipa con mi abuelo, mis primos y mi hermano, son la monda, y mi tío V es un crack. Mi tío V podría batir el récord mundial de pelado de gambas en un minuto. La propina de Reyes de mi abuela( este año con la crisis va a andar ahí ahí), los polvorones, el turrón de chocolate "Lidl", y las campanadas siempre en La Primera. Éste año cambiamos de día pero seguro que es tremendo, como todos los años.
Mi partido de NavidadTodos los años en Navidad, paso al menos un par de días en el pueblo. En uno de esos días, en una tarde dolorosamente aburrida, alguien trae un balón y la llave del pabellón y yo cumplo otra vez los 12 años. Amigos que ya no lo son tanto, vuelven a serlo, yo vuelvo a hacer
"El latigazo" y el pisa y esconde, y a pelear como un león en el centro del campo. Tn vuelve a tener esa velocidad explosiva, Jv esa potra Salinesca, y RP recuerda al mejor Xabi Alonso. Se echan de menos aquellas tardes navideñas que empezaban con partidillo en la Plaza a las 4 de la tarde y acababan en el parque contando batallitas, mientras, a cuatro bajo cero, cultivábamos algún que otro streptococo en los pulmones.
Me dejaré alguna en el tintero, pero Quico se acaba de despertar y tengo que ir a ejercer de tío un poco(
"tráeme",
"véme",
"saca una foto",
"graba con la cámara").