Cosú Cosú: catarro"
En esta facultad funcionamos por ciclos, hemos pasado directamente del agobio a la libertad excesiva. Tanta libertad que tengo el basal de actividad al mínimo y no me apetece agarrar un libro ni nada relacionado con la medicina. Sé que tengo trabajos por entregar y memorias de prácticas por hacer, pero no me preocupo. Se ha acabado la temporada de rugby, por lo que los entrenamientos ahora son voluntarios. El fín de semana es agotador y los lunes no apetece levantarse de la interminable siesta. Lo sé, estoy tirando mi tiempo libre por el retrete, en lugar de invertirlo en estudiar y no en ver "la vida de Van Gogh" o "La cinta VHS" ansiando el retorno de "Muchachada Nui". Voy a acabar haciendo catacrocker de pura vagancia. La cosa es que esta tarde íbamos a ir a jugar al baloncesto...pero ha llovido, iba a leer un libro nuevo...pero mi padre lo iba a usar para su clase de redacción en su colegio...cúmulo de despropósitos.
Cambiando a un tema diferente a "mi tarde croqueta", tengo prácticas de psiquiatría. Las prácticas no son muy apasionantes, treinta personas ( de las cuales la mayoría se ha colado para quitárselas), en un aula/seminario situado en el infierno del hospital. Debe de serlo porque te cueces allí dentro. Hoy he entrado sano y he salido con la cabeza como un bombo sólo del calor que hacía. Pero tampoco están del todo mal, baja un paciente, entre los 30 le historiamos y después entra un familiar para contrastar. Y hoy la paciente era especial, porque llevaba un traductor ya que no hablaba castellano...¡sólo hablaba el suahili!...¡catacrocker!. La paciente nos ha contado su odisea desde la RF del Congo a la casa de acogida de Cáritas en Salamanca. Me he quedado boquiabierto, y no sólo por el suahili, por lo duro de la historia y la tranquilidad con que lo contaba. África llora demasiado por diversos motivos y la paciente era una lágrima más, hace a uno replantearse la vida y reconsiderar las reacciones que tenemos ante problemas que sólo surgen de la gran fortuna que es el poder elegir. La paciente sufría un trastorno de adaptación, sufrido por muchos inmigrantes al cambiar tan drásticamente de una cultura a otra, combinando fases depresivas con fases ansiosas. Temores para nosotros tan burdos como un simple análisis de sangre, pueden desencadenar reacciones inimaginables en cualquier occidental. Por eso, me hacen más gracia que nunca las frases estúpidas de Arias Cañete antes de las elecciones refiriéndose a los camareros inmigrantes...en fín, me gustaría verle a él en la jungla congoleña escapando entre los silbidos de las balas, o en un campo de refugiados...a ver qué tal le servían el café. Pero con críticas no se puede arreglar nada, ni siquiera yendo allí a arreglarlo con nuestras propias manos, ni a base de acuerdos en la ONU, ni ardiendo a lo bonzo delante de la central financiera de British Petroleum. Quizás sea, como dicen en "Diamantes de Sangre", EEA(Ésto Es África) y el problema sea más profundo, quizás haya que remontarse a tiempos de los colonizadores o a los 70 cuando las multinacionales se hicieron las dueñas del cotarro poniendo y quitando dictadores. África es una gran locura, lo raro sería si nuestra paciente, tras haber vivido tales acontecimientos, no sintiese duelo o ansiedad.
Realmente podríamos hacer algo, podríamos dejar de comprar a multinacionales...pero es casi imposible, están en todos los sitios del mundo, produciendo de todo y explotando a todo el que carece de derechos por culpa de sus gobiernos mentira, de sus dictadorcillos de pacotilla con sus sobornos para comprar en la Place Vèndome de Paris como la esposa de Robert Mugabe. Me suelen escocer mucho las listas Forbes de los más ricos del mundo, mientras nosotros vivimos nuestras medias y acomodadas vidas y nos atormentamos con el conocimiento del sufrimiento ajeno, mientras pensamos durante cinco segundos en montar una revolución, esas ratas se bañan en sus frívolas piscinas con engastes de rubí y conducen sus Aston Martin mientras ordenan el soborno de algún aspirante a Bokassa o compran armas para una guerrilla a través de un móvil con diamantes. Y cuando sabemos de sus grandes y exitosas fortunas les aplaudimos y besamos los pies, y queremos ser como ellos. Apestan todo y lo invaden todo, son los máximos exponentes de la segunda ley de la termodinámica, para tener su casa ordenadita y a sus hijos enchufados, los hijos de otros tienen que morir...pura entropía circulante. Hasta la física les da la razón, parece casi imposible escapar de las ratas en este barco, ¿y si lo hundimos?...moriremos con él...¿o no?.
Editado: "Si mañana se me olvida...recordádmelo, mantenedme despierto porque yo sólo soy un hombre"
Un filósofo de barra, de esos que escriben en servilletas y no en tratados
Cambiando a un tema diferente a "mi tarde croqueta", tengo prácticas de psiquiatría. Las prácticas no son muy apasionantes, treinta personas ( de las cuales la mayoría se ha colado para quitárselas), en un aula/seminario situado en el infierno del hospital. Debe de serlo porque te cueces allí dentro. Hoy he entrado sano y he salido con la cabeza como un bombo sólo del calor que hacía. Pero tampoco están del todo mal, baja un paciente, entre los 30 le historiamos y después entra un familiar para contrastar. Y hoy la paciente era especial, porque llevaba un traductor ya que no hablaba castellano...¡sólo hablaba el suahili!...¡catacrocker!. La paciente nos ha contado su odisea desde la RF del Congo a la casa de acogida de Cáritas en Salamanca. Me he quedado boquiabierto, y no sólo por el suahili, por lo duro de la historia y la tranquilidad con que lo contaba. África llora demasiado por diversos motivos y la paciente era una lágrima más, hace a uno replantearse la vida y reconsiderar las reacciones que tenemos ante problemas que sólo surgen de la gran fortuna que es el poder elegir. La paciente sufría un trastorno de adaptación, sufrido por muchos inmigrantes al cambiar tan drásticamente de una cultura a otra, combinando fases depresivas con fases ansiosas. Temores para nosotros tan burdos como un simple análisis de sangre, pueden desencadenar reacciones inimaginables en cualquier occidental. Por eso, me hacen más gracia que nunca las frases estúpidas de Arias Cañete antes de las elecciones refiriéndose a los camareros inmigrantes...en fín, me gustaría verle a él en la jungla congoleña escapando entre los silbidos de las balas, o en un campo de refugiados...a ver qué tal le servían el café. Pero con críticas no se puede arreglar nada, ni siquiera yendo allí a arreglarlo con nuestras propias manos, ni a base de acuerdos en la ONU, ni ardiendo a lo bonzo delante de la central financiera de British Petroleum. Quizás sea, como dicen en "Diamantes de Sangre", EEA(Ésto Es África) y el problema sea más profundo, quizás haya que remontarse a tiempos de los colonizadores o a los 70 cuando las multinacionales se hicieron las dueñas del cotarro poniendo y quitando dictadores. África es una gran locura, lo raro sería si nuestra paciente, tras haber vivido tales acontecimientos, no sintiese duelo o ansiedad.
Realmente podríamos hacer algo, podríamos dejar de comprar a multinacionales...pero es casi imposible, están en todos los sitios del mundo, produciendo de todo y explotando a todo el que carece de derechos por culpa de sus gobiernos mentira, de sus dictadorcillos de pacotilla con sus sobornos para comprar en la Place Vèndome de Paris como la esposa de Robert Mugabe. Me suelen escocer mucho las listas Forbes de los más ricos del mundo, mientras nosotros vivimos nuestras medias y acomodadas vidas y nos atormentamos con el conocimiento del sufrimiento ajeno, mientras pensamos durante cinco segundos en montar una revolución, esas ratas se bañan en sus frívolas piscinas con engastes de rubí y conducen sus Aston Martin mientras ordenan el soborno de algún aspirante a Bokassa o compran armas para una guerrilla a través de un móvil con diamantes. Y cuando sabemos de sus grandes y exitosas fortunas les aplaudimos y besamos los pies, y queremos ser como ellos. Apestan todo y lo invaden todo, son los máximos exponentes de la segunda ley de la termodinámica, para tener su casa ordenadita y a sus hijos enchufados, los hijos de otros tienen que morir...pura entropía circulante. Hasta la física les da la razón, parece casi imposible escapar de las ratas en este barco, ¿y si lo hundimos?...moriremos con él...¿o no?.
Editado: "Si mañana se me olvida...recordádmelo, mantenedme despierto porque yo sólo soy un hombre"
Un filósofo de barra, de esos que escriben en servilletas y no en tratados
3 comentarios:
Tus pinitos... y los míos. Conozco bien a la persona que has conocido en tus prácticas. Cada jueves comparto con ella, en la Casa, alguna mirada, alguna complicidad, bastantes sonrisas y cada vez más palabras en castellano, porque mis pinitos no dan crecidos. También yo me quedo a menudo boquiabierto: por sus miedos, por su travesía. Me has emocionado.
El mundo es un moquero lucano...siempre es agradable transmitir lo que se siente. Algún día deberias contar algo de la casa ¿vale? seguro que tienes mil historias.
A cuidarse.
Ya hay varias entradas dedicadas a amigos de la casa: 10 Nov 2006, 10 Jun 2007, 9 Oct 2007, 22 Nov 2007 y 11 Feb 2008. Casi todos amargas aunque fiel a la esperanza. Prometo seguir haciéndolo, trayendo la cara más amable. Y así doblamos más el pañuelo ;-) ¡A cuidarse!
Publicar un comentario