MIS POLVORONES

¡Alegría coño que ya es Navidad!

Sé que a mucha gente no le gusta la Navidad, lo respeto, es más, comparto algunas de sus críticas. Lo del derroche desmedido, tanto consumismo pone enfermo, pero...¿a quién no le gusta levantarse la mañana de Reyes y ver al lado de su zapato cualquier estupidez?. A mí el año pasado me trajeron una armónica de 46 bocas para empezar mi estrenado interés por la colección de armónicas. Además, hay que recordar que estas fiestas son para los niños( y para los que somos como uno) y la ilusión tiene que seguir viva, aunque sea a base de tirar de VISA.

Entiendo lo del derroche energético, demasiadas luces. Pero cuando érais niños ¿no se os llenaban los pulmones de ilusión al ver tanta luz?,¿no os encanta ver las calles engalanadas?. A mí sí peeeero( siempre hay un pero) se pueden decorar las calles ahorrando, con LEDs como en el centro de Salamanca. Se ahorra hasta un 70% de la energía empleada para iluminar las calles. Y además, me parece totalmente discriminatorio que sólo se iluminen las calles más céntricas y que barrios como Garrido o San José se queden sin decoración navideña ¿qué pasa que la Navidad es sólo para los ricos?¿y los pastorcillos qué eran?¿accionistas de la empresa de Mariano Rodríguez?¿antepasados de Emilio Botín?.

Los atracones...a mí me encanta comer no se a ustedes, me parece uno de los mayores placeres que hay en esta vida. ¿Qué mejor forma de celebrar el solsticio de invierno?(que es realmente de lo que proviene esta fiesta). Lo preocupante es cómo se sube a la parra la ley de la oferta y la demanda, cómo suben los precios aprovechando la tesitura. Pero con un poco de planificación y originalidad en los fogones se pueden hacer cenas de Navidad acojonantemente buenas. Además para mí es un placer ver cómo cada año mi madre se supera, porque es la mejor a la hora de hacer virguerías culinarias con clásicos y básicos.

Y las reuniones familiares, a mí me encanta cenar con mis familiares, en mi familia hay un fuerte sentimiento de la familiaridad( a lo Corleone jajajaja) y el hecho de que mis abuelos vengan a casa, o nosotros vayamos, que venga mi hermano desde Portugal, ver a mis primos con los que rara vez suelo estar y sobretodo, recordar a los que no pueden estar que merecen su parte porque por ellos estamos aquí, además a ellos seguro que les encanta que nos alegremos y celebremos.

Y por último, los polvorones y el turrón, yo que soy un goloso de pro, un adicto al azúcar me pongo "como el kiko" comiendo polvorones y diciendo Pamplona.

Muchos dicen que los males del mundo siguen mientras miramos hacia otro lado...sinceramente, no va a arreglar el hambre en África que hoy yo no cene merluza rellena hasta reventar. Ni va a acabar con las guerras que los niños vayan pidiendo el aguinaldo por las casas, que por cierto, este año no ha venido ninguno, estarían ocupados jugando a la "plesteision". Sinceramente, creo que además en estas fechas la gente es más solidaria y le importa menos desprenderse de algo para que otro también tenga su navidad. Los juguetes de Cruz Roja, el "III Torneo de Rugby Solidario", el "Telemaratón" y todo este tipo de campañas se dan en Navidad más que el resto del año. Realmente creo que el problema no es que en Navidad seamos hipócritas, sino que no seamos así de hipócritas el resto del año. Porque la amabilidad que nos invade no debería de ser autolimitada y debería durar todo el año, quizás ese fuese el mejor remedio, la mejor cura para los males de la humanidad.

Espero, no haberos convencido, pero sí haberos suavizado con mis motivos lo que para muchos es el suplicio navideño. El verdadero suplicio navideño es tener que estudiar en vacaciones, cosa que debería de estar prohibida por decreto ley. Dejo que el bueno de Sufjan Stevens os felicite a su manera: