Paseanta:"Ooooh míra qué mono es, ¿es tuyo?"
Vitote:"No, soy su tío"
Paseanta:"Pues no se te parece en nada"
Vitote:"Sí, pero sólo en el carácter"
Paseanta:"¿Tú también eres tan tranquilito?"
Vitote:"No, yo cuando era como él, tampoco soportaba el estar meado"
Estaba desconectado, en otro planeta. ¿Saben? odio los centros comerciales, los odio a muerte, quizás sólo me gusten sus adornos de Navidad, pero eso es porque me encantan los adornos de Navidad. No me gustan esas aglomeraciones de gente hipnotizada por escaparates, crías de diecitantos con montañas de bolsas de tiendas de ropa, tiendas de videojuegos sin sección de segunda mano y su total ausencia de tiendas de cómics. Quizás los odie desde que ví "El Amanecer de los Muertos" de George A. Romero, con todos esos zombies recorriendo el centro comercial de turno metiéndole miedo a aquel Vitote de 7 añitos. Recomiendo "Mallrats" una crítica jocosa al estilo de vida centrocomercialesco, otra grande del gran Kevin Smith. No me gusta pasear por ellos ni siquiera entrar en esas frías tiendas de franquicia.Aunque he de reconocer lo prácticos que son en ciertos momentos de la vida, véase, estas fechas tan señaladas llenas de bolsillos vacíos. Es decir, reconozco su relativa utilidad, pero trato de evitarlos. Como las diarreas en verano.
Ayer podría haber ido al centro comercial más grande del mundo y no me habría importado. Es más, podría haber estado desde la hora de la apertura hasta la hora del cierre. Podría incluso repetir voluntariamente en cualquier otro momento. "¿Estás enfermo Vitote?","¿Tanto estás cambiando últimamente?","¿Qué será lo próximo?¿Cambiar Guiness por Amstel?", no, rotundamente no. Ayer estuve paseando por el centro comercial toda la mañana y parte de la tarde con mi sobrino Quico. Él metido en ese traje de astronauta que le salvaguarda del frío haciéndole parecer Maggie Simpson cuando nieva y yo con una sonrisa de oreja a oreja tirando de carro. Los carros de hoy en día son como naves espaciales, llenas de módulos desprendibles con diversas funciones, que dejan totalmente obsoleto a aquel plasticucho de niño burbuja que padecimos en mi generación...ah, y la sombrilla con el soporte modelo "goma de la ducha". Llevan hasta dirección asistida, se pueden girar con una sola mano y con esas ruedazas te sientes como en la carrera de "Los Autos Locos" con Pierre Nodoyuna y su fiel Patán. Sí, se me cae la baba con mi sobrinico.
Es increíble cómo esta cosita tan pequeña me cambiado la forma de ver la vida. Ayer era sábado, lo que significa rugby y fiesta hasta arrasar por la noche. Es más, con mi trayectoria de las últimas tres semanas, anoche era imperdonable no salir, con la amplia oferta "cultural" que la noche salmantina me ofrecía. Pero no salí, me quedé en casa con mi hermano, mi sobrino y el resto. Y esta mañana en lugar de tener mi ración de prensa dominical, le he cambiado los pañales y he hecho un rato el tonto para él. Se ríe, espontáneamente lo sé, pero se ríe, y a todos se nos cae la baba cada vez que emite un "gaaa" o sonríe. Con él en casa todo cambia, la casa se llena de alegría y de cosas suyas, no hay una sola habitación en casa que no tenga algo de Quico. Cuando se han marchado, la casa ha quedado desangelada, fría y vacía. Hemos quedado tan necesitados de infancia que los tres nos hemos tragado "Madagascar". Mañana volverá a ser lunes, y esta es la semana de las cenas, quizás mañana vuelva a ver todo como hace tres días y mi prioridad sea el Carpe Diem en que se ha convertido mi vida este año pero en cuanto vuelva, sé que volverá a sacar de mí al "Tito Vitote", ese que se queda en casita el sábado por la noche y que va a los centros comerciales a tirar de carro, ese tío al que Vitote normalmente señalaría con el dedo y diría "pringao". Tenerle en casa en Navidad va a ser el mejor regalo del mundo, va a ser la mejor Navidad de mi vida.
1603. Nuevas trincheras
Hace 3 días
4 comentarios:
Más tierno que el pan de leche. A seguir así, eh??
Te comprendo perfectamente. He experimentado algo parecido a eso, y era con el hijo de un muy buen amigo... no puedo ni imaginar qué sentiría por un sobrinillo... qué envidia, tío... y es verdad, esos enanos no sé cómo lo hacen pero impregnan toda la casa y consiguen que el mundo gire a su alrededor...
A disfrutarlo!
Las navidades con niños son las mejores, vuelve la magia que se perdió cuando los más pequeños ya crecimos y se dejó de poner árbol de Navidad
Ya digo yo, y no me cansaré de repetirlo, que los niños son el sol del día más lluvioso, y que una sonrisa suya amansa a la más temible fiera
Besos!
Mj:Ya que me había acostumbrado a ser frío como el metal...
Hamlet:Son poderosas bolitas de carne.
Scarlett:Y que lo digas, echaba de menos la magia de la Navidad. Y yo que no me esperaba que fuese a ser así desde ya, que tendría que ser más grande para que no pudiese despegarme de él, pero mira, me tiene atrapadito desde ya, ablandan a cualquiera.
A cuidarse
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