MI INVENTARIO

Sólo quedan unas horas, una cadena de minutos uno tras otro empeñados en separarme del comienzo de curso. La cartera espera en el armario ser rellenada con el material necesario. La pluma con sus cartuchos de tinta negra, el fluorescente para hacer bulto, aquella linterna que me regalaron en prácticas, mi nuevo mp3 cargado hasta los topes de música, la bata y el estetoscopio( por si acaso me toca prácticas), el cuaderno de firmas, la libreta, la otra libreta, mi carpeta nueva y un taco de folios. Materiales necesarios.

Falta meter todo eso que tengo que llevar en la cabeza. La ilusión por empezar el penúltimo curso, el temor que le tengo a vérmelas con mi viejo archienemigo
el DrT, la incertidumbre de dónde tendré prácticas, de cuándo, de con quién...maldito Heisemberg.

La verdad es que este año, no me he hecho propuestas del nuevo curso, no sé que objetivos marcarme, la verdad es que la incertidumbre gobierna mi vida como si fuese el gato de Schrodinger, nadie sabe si está vivo o está muerto pero nadie por ahora se atreve a abrir la caja negra para comprobarlo. No es algo que me eche atrás, para nada, me motiva, me gusta no saber que va a pasar mañana. ¿Y si esta noche me toca la quiniela?poco probable, pero no imposible¿y si mañana descubro algo o a alguien que cambia por completo mi vida?poco probable, pero no imposible. Algunos dicen que los locos se hacen poetas o físicos, para escribir sus obras en servilletas de bares y paredes de wáter, no les falta razón pero...¿eso dónde nos deja a los aspirantes a médicos?algún día lo descubriré, y lo escribiré en una servilleta, o en el wáter de la facultad, quizás sea mañana. Estoy ansioso, esperando a que empiece mi vida real...