MI MAÑANA DE LIMPIEZA

Ya está lo he decidido, voy a comprarme un mastín leonés. Las pelusas de mi habitación son como ovejas de grandes ya no se si limpiarlas u ordeñarlas. He decidido ponerme a limpiar porque las he oído susurrar, creo que planean atacarme cuando llegue al edema agudo de pulmón. La verdad es que en exámenes es bastante difícil tener una vida más o menos normal y mantenerla en orden. Sólo salgo para correr por las tardes y no es que huya de la presión examinatoria sino que la voy masticando a cada minuto y cada paso que doy hacia Salas Bajas. Creo que los estudiantes de medicina somos medias personas, eternos adolescentes por así decirlo. Tengo amigos que ya trabajan y ex-compañeros del instituto que planean comprarse un piso con su pareja. Mientras que yo aún tengo las mismas preocupaciones que hace 5 años; aprobar, qué voy a hacer en verano, esa chica tendrá novio, y si abro la boca y meto la pata, si peleasen el Hulk de la serie de TV y La Cosa quén ganaría...en fin. Pero no por ello vivimos menos, sino que paladeamos cada paso adelante, lo hacemos todo a lo grande, si no mirad cual es la mayor fiesta universitaria de Salamanca...vale es San Alberto pero son muchas facultades, San Lucas es la más grande de una sóla facultad.

Más o menos así acumulo yo el polvo, a lo grande, sin complejos que me gustan los retos y limpiar para nada es tontería. Llega el momento de plantar cara a ese duro rival...el polvo. ¿En qué momento se me ocurrió tener estanterías? ¿por qué no meter los libros en cajas o amontonarlos en el cuarto de baño? mucho más práctico. Ahora mi archienemigo "el Aspirador" se ha transformado en un potente aliado, aunque sé que por poco tiempo porque mañana volveré a odiarlo y a perseguirlo para cortarle el cable. No existe un ruido más molesto que el del aspirador, durante todo el año me mortifica, sobretodo las mañanas de los domingos, con resaca y moratones varios del partido del día antes y su tercer tiempo correspondiente. Pero hoy es mi aliado, algo así como los X-men cuando se alían con Magneto contra un rival más potente. El polvo ha alcanzado los recovecos más inimaginables de mi habitación. Puedo escribir mi nombre en la tele, en la mesa, en los cajones...en tantos sitios que ya ha perdido la gracia. El polvo se mete en mis ojos y en mis fosas nasales, antes estornudé y ahora tengo un arenero en mi habitación. ¿Y la de papelorios y flyers y mierdas de esas que llegamos a acumular? creo que con ellos podría empapelar el salón de actos y me quedaría para el wáter, aunque taparía todos esos debates políticos y anuncios con motivos homosexuales que están escritos en sus puertas.

Pero sé que venceré y podré volver a los bloqueos de rama, a las taquicardias supraventriculares y a los chistes malos del Dubin. Los electrocardiogramas son mucho más divertidos que un sudoku, los debería de incluir en los libros de autodefinidos, me veo a todos los domingueros con el gorro de pesca en la playa en verano con la regla y el librito con sus torsades des pointes y bigeminismos...