viernes, 15 de junio de 2007

MIS ESCUPITAJOS AL CIELO

"INSTRUCCIONES:Incline la cabeza hacia abajo y no hacia arriba como tiene por costumbre"

¿Por qué la vida no es una telecomedia? Sí, yo tampoco podría vivir rodeado de risas en lata pero...¿qué bien que se llevan todos no?. Fijo que detrás de las cámaras se odian y se hechan gelatina en la ropa interior(uuuyyy que frrriiiioooo). Pero delante de las cámaras se quieren tanto, lo dan todo unos por los otros y siempre están de broma y sonriendo y se prometen que van a estar ahí siempre( "al bi der fó yúúú"). Pero la realidad es algo más triste, no sé en qué tipo de gente se basan para hacer esas telecomedias pero al menos para mí nunca ha sido así. No, no me quejo de la gente que está cerca de mí, porque hacen que mi vida se parezca más a una telecomedia aunque sin ver sólo en plano lateral. Me quejo de los que prometen que van a estar pero luego desaparecen, de los que tiran de tí cuando les haces falta pero luego huyen si les necesitas. Tranquilos no va con segundas para nadie, es una generalidad.

Cuando era un mico( digo más mico), tenía una pandilla de amigos cojonuda, éramos un bloque. Los otros niños del pueblo nos envidiaban e incluso venían a jugar a la plaza del Caño con nosotros porque éramos los más divertidos y los más graciosos pero...ún fatídico día todo terminó. Tenía unos 10 años y volvíamos del campo de fútbol donde habíamos estado jugando un mundialito, juego futbolístico de mecánica fácil y disputas complicadas porque todos querían ser España o Brasil, salvo mi amigo A que siempre quería ser Portugal, y todos sabemos cómo se enfurecen los niños cuando no les dejas representar al país que ellos quieren y ponen argumentos de peso sobre la mesa tales como "me he pedido primer","sí pero yo lo dije antes","pero mi pápa es guardia civil","pues el mío vuela"(éste no mentía, menudos porros que se mete el padre de la excriatura). Total había una nueva moda, pasar por los tubos de debajo de la carretera al otro lado. Todos lo hacíamos con mayor o menor soltura, pero todos lo hacíamos porque de crío las modas son más sagradas que los dos dedos de espuma de una caña. Pero ese día fatídico iba yo cruzando y cuando salí al otro lado comencé a sentir sobre mi cabeza un líquido caliente que caía a chorro, y era octubre. Sí, en efecto, éstaba siéndo meado por mi amigo P, había decidido que sería divertido mearme en la cabeza y ni corto ni perezoso se sacó su pichilla y se dispuso al acto en sí( bueno en mí). Nada le importó que hacía dos días le hubiese ayudado en una pelea, podía ser gracioso por una vez en su vida( tono de rencor). Yo, en lugar de llorar que es lo que se suele hacer en éstos casos, simplemente dejé que se acercara a mí para reirse y le calcé un sopapo de ésos que marcan un antes y un después y como éra mi amigo en lugar de rematar la faena con una patada en sus recién descendidos testículos me fuí a casa a ducharme.

Mi hermano se enteró de la faena y decidió aprovechar su etapa de "mayor".Es esa etapa en la que perteneces a ese grupo llamado "Los Mayores", que no son una versión de "Los Nikis" sino cuando tenías la suficiente edad como para acojonar a un niño con dos voces y una amenaza, la ESO ha acabado con esa etapa de nuestras vidas, ahora cualquier niño te contesta cualquier barrabasada(momento patrocinado por el diario "LA RAZÓN") y la culpa es del Hip-Hop que les enseña rápidamente frases que nosotros tardamos toda una etapa preadolescente en crear, el caso es no trabajarse las cosas. Pero entonces mi hermano con sus 17 años podía acojonar a cualquier niño y mientras yo estaba en la ducha le agarró del brazo y le hizo llorar con amenazas como "méame a mí vamos méame a mí", hoy en día cualquier muchachejo se la habría sacado y habría cumplido sus órdenes al son de "no me puedes hacer nada como soy menor", en éste caso sus testículos volvieron a la cavidad abdominal. Dejamos de ser amigos aquel día, ahora él ha aprovechado que han bajado sus testículos de nuevo y pasea en su flamante coche echándonos a todos en casa que es rico porque cobra 500€ y vive en casa de sus padres yo sigo estudiando y cuando voy al pueblo no puedo dejar de recordar aquellas tardes en las que todavía éramos todos como hermanos y pensábamos que nada cambiaría.

Es triste ver cómo todo puede cambiar en una micra de segundo, cómo alguien en quien confiabas coge todo lo que le habías dado y te lo tira a la cara. Es como escupir al cielo. Ayer traté de recuperar una amistad muy importante para mí, le llamé por teléfono y no respondió, todo el mundo sabe que a mí no me gusta rebajarme pero ayer lo hice y me cayó en toda la cara, no era la primera vez. Pero no me importa una mierda, me he limpiado la cara y sigo adelante porque sigue habiendo gente que algún día me volverá a escupir en la cara pero mientras tanto confío en ellos.

2 comentarios:

W. dijo...

La vida...no está muy claro lo que es, pero una teleserie no se le parece mucho aunque nos intenten vender la moto. Aunque estaría bien, pero no lo es.
A mi también me ha pasado lo que cuentas. Parece que nunca va a pasar y hasta dices "que bien estamos ahora, no vamos a cambiar nunca". Patochadas! A la mayoría de la gente en el fondo le importa una mierda todo, lo que no entiendo es por que no dicen desde el principio. Tengo actualmente un ex-muy buen amigo cabreado conmigo por algo que no he hecho, pero lo he intentado (2 veces, ademas) y nada. Odio tropezar, de verdad. Pedazo de rollo que he soltao...bueno, da igual
Un abrazo y animo con ese monstruo

Marga. dijo...

Los niños son todos iguales, entre niños no hay estratos sociales.Ni en los educados por polanco siquiera. Los niños de verdad no saben de marcas de ropa, ni de utilizar a la gente. Los padres, y la educacion que van recibiendo hace que esos niños, crezcan en la verdad o se malogren. En este mundo es muy importante la formacion...porque abundantes son, los medios de deformación. A lo mejor nunca te hubieses separado de tu amigo, pero mejor asi. perdon por el rollo.Bs