MI EXAMEN EXTRACURRICULAR

Ésta mañana hacía frescuni en ésta ciudad, pero yo no lo sentía, iba con manga corta y los pelos como un pollo ( o una gallina de Guinea) pero no tenía frío. He retrasado este momento demasiado, podría haber hecho esto mismo otro año mucho antes o incluso no hacerlo porque no tenía necesidad. Pero un día pensé que no quería pasarme las tardes de verano soñando cómo habría sido el haber podido irme a las piscinas de Martiago(sí, mi pueblo, más grande que este otro, no tiene piscina) sin depender de nadie y decidí empezar con el carné de conducir. Con una pereza enorme me saqué el teórico el día de mi cumpleaños y hoy tocaba el práctico. Llevo conduciendo desde que llego con los pies a los pedales y pensaba que ésto no tendría misterio pero la ciudad no es lo mismo. Me puse el Mp3 con la canción "Fluorescent Adolescent" de los Arctic Monkeys, esa canción me pone de muy buen humor y para este examen lo que se necesita es eso, buen humor, paciencia y un álbum de cromos de santos ( por cierto tengo repe a San Cucufato con un testículo aún atado ¿me lo cambiais por un San Juan de Sahagún parando al toro en Tentenecio?). Llegué a la autoescuela tranquilo, es una máquina, tú Víctor que has tenido las manos metidas en un tórax humano, que has sujetado un corazón mientras latía¿cómo te vas a poner nervioso por una caja de pistones y engranajes?.

Las otras chicas que se examinaban estaban como un flan, bueno una de ellas como gelatina porque era así como más rojiza de piel. Me fueron contando sus errores en sus últimos examenes, una salió con el freno de mano, como en los videojuegos, quemando rueda que no se diga; la otra se comió a un peatón y un semáforo sucesivos.Total que las chicas no habían podido ni catar el examen, no me acojonaron, puse el modo machista en mi coco( en este momento justificado por el bien de mi propia salud mental no os penseis que sea algo frecuente en mí) y pensé "siesque mujeres ¿donde vais?", me faltó regurgitar y escupir para reafirmarme en mi torrentismo.

Llegamos a la pista, los examinadores nos miraban como miro yo a un chuletón, salivando y ansiando comérmelo, solo que ellos no se pusieron la servilleta de babero( aún no entiendo muy bien por qué porque el que me examinó soltaba unos perdigones tremendos, casi pongo el limpia y todo). La demora no fué excesiva( pequeño Frodo). La compañera me pidió examinarse ella la primera, cedí, me la refanfinflaba( doble tanto de palabra) ir el primero o no, mi hermano ya me había contado que cuando él se examinó había un membrillo( de fruta no de persona, bueno de persona también) en la bandeja del coche que le atizó en el cogote al examinador que por eso no debía de ir el primero, aún no le he encontrado la lógica pero debe tenerla. La chica lo estaba haciendo genial hasta que se olvidó de que la rojita con la raya blanca es dirección prohibida y se la comió. El personaje productor de lluvia artificial la suspendió.

Llegó mi hora, me siento, coloco el asiento, el retrovisor y me dispongo al asunto en sí. Todo iba a las mil maravillas, incluso flojeando para no pasarme del límite de velocidad, a lo Ayrton Senna. Hasta que el pollo éste me dice, aparque. Giro el volante y doy marcha atrás le doy al piloto automático de mi cuerpo y no recuerdo nada más hasta que paré y me dí cuenta de que tenía un hueco entre el coche y el arcén como para recalificarlo y sacarme un pico. El personaje éste no me dice nada, sigo. Un camión cisterna de esos de "Salamanca, culta y limpia", me metió el morro, yo le meto el morro, me olvido de que es un examen y lo convierto en una prueba de virilidad, acelero (con ese pedazo de turbo del Clase B como para que me adelante un guarro camión) y me meto, orgulloso de mi faena, de mi destreza, de mi todo, el examinador dice, aparque ahí. Ahí era la punta de su dedo señalando el aparcamiento de las bicicletas de pin y pon, busqué en mis bolsillos y no, hoy no llevaba mi pié de rey para medir cerillas, la cosa se ponía fea. Aculo el coche( que mal suena lo de aculo), doy marcha atrás y todo va bien, está controlado, ¡voy a conseguirlo!, y derrepente zás( en toda la boca) el morro del otro coche.¿Quien no aparca de oido?¿no hay que poner los cinco sentidos en el coche?. Total el de la autoescuela se enciende "¿cómo coños pretendes que el muchacho te aparque dos veces? y encima en este sitio, más estrecho que mis pantalones después de navidad", el examinador( que yo pensaba que le iba a duchar a voces) le dijo," ya pero esque como en el otro... bueno bueno sigue", sigo y me dice "a la izquierda", me paso de largo, era imposible girar a esa altura, un poco más y me lo dice cuando hubiese llegado a Portugal.



Total que alea jacta est y a esperar porque no me dijo nada. A la hora vuelven y mi profesor me echa la bronca por el aparcamiento, lo del camión y otra cosa que yo ni me había dado cuenta(porque no era una falta sino una mala costumbre fomentada por la observación de cómo mi padre entra en las rotondas, o redondas según algún experto). Yo decepcionado, hundido, recogiendo mis testi...digo bártulos y pensando cuando coños podría examinarme teniendo ojos la semana que viene.J, el profesor, me dice "ven acá pá acá un momento,(susurro inaudible para murciélagos) estás aprobado pero no lo digas porque la compañera está jodida y así se consuela pensando que no es la única".

Hemos venido repasando la faena y yo haciendo el papel de fracasado( últimamente como actor no tengo precio), pero al llegar a casa he hecho la danza de la victoria que si no los dioses se enfadan, hay que honrarles de vez en cuando porque hoy han estado de mi lado. Prepárense peatones del mundo...un nuevo peligro anda suelto.